En lo Profundo de tus Ojos

Como todos, los segundos y cuartos jueves del mes, se encontraron en
el discreto hotel .Fueron a la habitación ,él la abrazó con fuerza y le murmuró
al oído:*abrázame fuerte ,un día será el último jueves, lo nuestro no es honesto
y puede terminar*

Después de abrazarla, como siempre, la miró fijamente al fondo de sus ojos
negros ,como queriendo grabar en su mente los ojos de su amada.
Para no olvidar...

Y así el tiempo, como lo hace habitualmente, fueron pasando los días ,los meses,
y un día terminó.
Después de los meses vinieron los años y más años y todo fue olvidándose en
la red de la vida ,en la rueda sin fin...

Una mañana ,en las primeras horas de la nueva primavera ,momento en que los
pájaros juegan al amor, el hombre paseando por el parque, con el bastón en una
mano y en la otra semillas para alimento de los gorriones, caminaba con su
espalda corvada ,que los años marcó...

De pronto, con su débil vista ,a una señora, tejiendo ,en un banco descubrió...
Se acercó despacio ,para no asustarla, le pidió permiso para mirar sus ojos:
*Yo tuve un amor que perdí hace muchos años, pero sus ojos en mis ojos
quedaron como un tatuaje, que hoy ,aún ,sueño con ellos. Si usted fuera tan
amable de quitar sus anteojos de tejer y dejaría que mis ojos los vean
como son ,sería mi dicha completa del día de hoy*

La mujer se quitó los anteojos ,el hombre se sumergió en sus verdes ojos:
*Cuanto lamento señora ,mi amada tenía ojos negros como el carbón que
encendía mi corazón*

Y así bastón en mano, espalda encorvada, el hombre se alejó

La señora miró el reloj y dijo:*Es la hora del almuerzo ,el geriátrico es muy
exigente con las horas a cumplir*

Lentamente guardó el tejido en su bolso, se sacó los anteojos de tejer, se
sacó sus lentes de contacto y en un estuche los guardó .Se colocó los
anteojos para ver de lejos ,rezongó por su falta de visión Tomó el bastón:

Y también se alejó...

**En Lo Profundo de Tus Ojos**
Mario Beer-Sheva