jueves, 30 de diciembre de 2010

Divino Tesoro


¡ Que la memoria preste atención !
Pues a ti, debo nuevamente recurrir, me tomarás de
la mano y por los laberintos del tiempo, me giarás
hasta mi destino.
El destino de recordar los buenos momentos, que he vivido e intentar vivirlos, una vez más. Y borrar aquellos, que mi mente ya borró.
Revivir, en mis viejos pensamientos, cansados de los años, pero frescos en el tiempo. Mis pensamientos, que me llenan de recuerdos, despiertan de un largo sueño y me acompañan en el presente,
mientras otros, se hunden en el abismo, que a la superficie, nunca más,
podrán llegar.
¡ Gracias memoria ! Has hecho que mi alma sonría, con la alegre sonrisa de la juventud, de los primeros años, que sin miedo enfrentábamos la vida.
Sin pensar en el después, sin pensar en el mañana; que suele ser ingraro y
que fácil llega e imposible de evitar.
¡ Tu sabes, memoria ! Que la audacia de la juventud, es la semilla del mañana.
¿ Que triste sería no tener mañana, no tener esperanzas, no tener sueños,
ni anhelos, ni nada que nos empuje para llegar al hoy ?
¡ Memoria:A coro digamos !
¡ Juventud, divino tesoro, gracias por no temer el mañana, gracias a ustedes tenemos el hoy !
Mario Beer-Sheva

lunes, 27 de diciembre de 2010

Nuevo, Fresco y Calmo


Los vientos del sur, corren por la seca tierra, que ni recuerdan el sabor del agua y en su correr, arrastran, cardos y yuyos, buscando un repara para poder parar
En su correr, van silbando una canción, recordando a mi amada, como llamándome, para que la libre, de la tentación de ir tras el viento, como se fue tras el hombre, creyendo que ahí estaba su felicidad.
Después del viento llegó la lluvia y la calma, florecieron las espigas y las flores y los árboles y todo se pintó de verde, nuevo, fresco y calmo.
Y el hombre, que me la robó, la echó de su lado; buscando nuevo, fresco y calmo.Y mi amada quedó en la soledad de la espera, esperando un nuevo viento, arrastrando la sequía y juntando cardos y yuyos y quizás un hombre que quiera llevarla.
El viento arrastra su nombre, de amante en soledad, de amante pidiendo
perdón y con hermosos juramentos, que nunca podrá cumplir.
La lluvia trajo verdor a la montaña, a los bosques, a los valles.
Todo era frescura, con olor a tierra mojada, regando todo a su paso, trayendo la vida, trayendo el amor.
Ya no se escucha sus gritos, pidiendo clemencia, su voz, con el tiempo, viene de una garganta que con los años enronqueció; tendrá que seguir
esperando, al hombre, que vendrá con los vientos del sur. Y puede ser, entonces, que cargue, con ella y junto con el viento, corran buscando el agua, que es dificil de hallar.
Ya no la escucho, tengo a quien escuchar; es una hermosa mujer que me
trajo: nuevo, fresco y calmo.
¿ Para que más ?
Mario Beer-Sheva

sábado, 25 de diciembre de 2010

Testigo Del Pasado


Es tan fácil volver a mi pasado. Sólo mirar sobre
mis hombros y el pasado, como tropel, desbocado, busca el presente, para revivir aquel ayer.
Recuerdos tristes, recuerdos alegres; todos quieren estar presente, todos temen que los olviden, todos temen morir, cuando yo no esté.
Y en esa retrospectiva, siempre, estás tu, Con tu tímida sonrisa, como pidiendo guardar el secreto de haberte enamorada de un hombre, que es pecado, ya que tiene una mujer, que lo espera, en otro corazón. Con tus labios, que temblaban, cuando besaban los míos, con poca experiencia,
mucho amor. Cuando en voz baja me preguntabas: ¿ cuando nos volveríamos a ver ? ¿ que sería de nuestro futuro ? ¿ que sería de mi mujer?
¡ Cuantas preguntas que tenías ! Pero callabas, porque tus temores, los cubrías, con el amor, que tu corazón, por mí sentía.
Y los dos cerrábamos, nuestros ojos y nuestras mentes, ante lo inevitable, que es el tiempo, que inexorablemente, avanzaba, alejándose de la realidad
Y un día, recobramos la razón, no podíamos seguir viviendo en el pecado,
nadie debía pagar nuestra culpa, por nuestro amor tardío, por nuestro amor prohibido, por algo que nunca debía haber ocurrido:
¡ Conocernos, ese fue nuestro gran error !
Y hoy, vuelvo a recordar el ayer y ahí estás tu; con tu tímida sonrisa, con tus labios que temblaban, con tantas dudas, miedos y preguntas; y yo sin respuestas que calmace y alegren tu vida, de haberte enamorado de un hombre como yo.
Los recuerdos galopan en tropel, buscando la luz del presente y tu siempre,
estás al frente, como testigo de la alegría y la tristeza, que puede llegar a producir un amor.
Mario Beer-Sheva

miércoles, 22 de diciembre de 2010

En El Puente


En cualquier momento, que te falten mis caricias, que mis manos exploraban, que te falten mis besos, que sin pudor, te daba, mis pensamientos, que en palabras, te susurraba; en cualquier momento puedes llamarme y pronto, estaré a tu lado, ya que
estamos encadenados, con eslabones de miel, por un dulce amor.
¡ Búscame, llámame !
En la alta montaña, con sus eternos, nevados picos.En el fondo del valle, junto a un arroyo, de agua clara y serpenteada. En las grandes ciudades o
en el pequeño oásis. En el fondo, misterioso, del mar o en los eternos hielos, que navegan a la deriva. Cuando escuches una canción, estaré en el pentagrama y en forma muy suave navegaré en tus sueños. Al amanecer
te recibiré en mis brazos y al acostarme, cubriré tu cuerpo, ahuyentaré tus
pesadillas y llamaré a las hadas, para que vigilen tu descanso.
¡ Búscame, llámame !
No dejes de hacerlo, no sufras por mi; somos dos cuerpos, en un cuerpo, estamos fundidos en el mismo crisol; no hagas caso de la gente, como pueden entender que haya tanto amor entre los dos. La distancia no es motivo, hay un puente que nos une, que es el puente del amor.
¡ Llámame y rápidamente, conectados por el puente, llegaré a tu corazón !
Mario Beer-Sheva

lunes, 20 de diciembre de 2010

Vino y Rosas


¡ Aquí me tienes ! En la puerta de tu casa, en una mano llevo dos copas y en la otra, una docena de rosas. Las rosas son para ti y las copas, esperando que tu pongas el vino, para brindar por los dos.
Has terminado tu carrera y comienza tu vida; es por eso que quiero brindar contigo y desearte en tu profesión, lo mejor de lo mejor.
Pon las rosas en un jarrón y descorcha una botella y al tin tin de las copas, brindemos por ti y por mi. El vino está siempre presente, en las mejores
ocasiones y puede ser que entibie nuestro cuerpo y nos de el coraje para declamar nuestro amor.
Mientras eras estudiante, nunca te dije que te quiero, pero hoy es el momento de decirlo en voz muy alta y escuchar de tus labios, el amor que veo en tus ojos y tus ojos no pueden esconder.
Tus ojos, que hablan por ti, los miro y me dan la razón; los dos nos amamos y por nuestro bien, levantemos las copas para sellar nuestro amor.
Las rosas, como un premio mayor, será la corona que tu lucirás y será el símbolo que marcará el inicio, en nuestro nido de amor.
En el futuro, seguramente, más brindis y flores, podrás recibir; pero estas,
amada mía, son las primeras y las más sinceras, que en tus bellas manos
tendrás.
Muchos años esperé este momento y hoy tengo la alegría de haberte hecho mía y dueña de mi corazón.
¡ Por siempre jamás !
Mario Beer-Sheva

domingo, 19 de diciembre de 2010

Pasado De Un Amor


Y si en algún momento, de un futuro no muy lejano, recibes en tu mente recuerdos de algún amor, de tu pasado, no lo confundas con el presente.
En tu pasado me encontrarás, porque tu pasado me
pertenece; mi boca y mis manos, recordarás seguramente, mis besos y mis caricias, que no te eran indiferentes, el calor de mi cuerpo, junto al tuyo, abrirá, en tu mente, gozos y suspiros que nunca, en otro cuerpo, pudiste encontrar.
Largas noches de amor, con suspiros y quejidos, con juramentos y promesas, esperando el amanecer, para que nuestros cuerpos encuentren
el descanso, hasta despertarnos, con el sol, en lo alto que marcaba el medio día y el desayuno, de este par de enamorados.
¡ Que hermosos recuerdos, de nuestro pasado ! ¡ Que hermosos recuerdos que están en nuestra mente, esperando la magia, de traerlo al presente !
¿ Porqué vivir en el presente ? ¡ Que es tan triste, tan deprimente !
Soy el dueño, soy el amo, de tu pasado, no dejes que nadie, quite de mi mente, lo que hemos vivido, lo que hemos amado. No me dejes sin recuerdos. ¿ Como vivir sin ellos ?
Si son ellos, justamente, lo que hace latir a nuestros corazones y mantenernos con vida y soñar, algunas veces, que el pasado regresa, con mezcla de presente.
No me interesa el futuro, no hago caso del presente. ¡ Pero venero el pasado por haberme dado, la suerte de conocerte !
Mario Beer-Sheva

viernes, 17 de diciembre de 2010

Redención


Temo la noche, como temo el olvido, son fantasmas que rondan mi cuarto, vigilan mi lecho. acosan mis sueños. Sus risas estridentes, auyentan mi descanso y dan paso al insomnio, que es
mi mayor enemigo.
El sol me avisa del nuevo día, de un día perdido ya que el cansancio no me permite trabajar y así me voy hundiendo, en la miseria, en la amargura;
sólo me queda el triste recuerdo, de un amor perdido, en las tinieblas de mi vida derrochada, de mi vida perdida, en los brazos de mujeres, que pertenecen a la noche, al alcohol, a la vida fácil, que desperdician todos los días, que olvidan su juventud, hasta que ella los deja, sin poder recuperar.
Son fantasmas, de mi pasado, que como una venganza, de recuerdos, se presentas y se burlan, de lo que quedó de mi vida; un triste despojo, un payaso que llora, un enfermo pidiendo piedad, cuando sabe que no tiene cura, a ese mal que lo aqueja.
Amada mía, son tus fantasmas, que no me dejan vivir. Les he suplicado, por haberte dejado y ellos me contestan con risas filosas, que hieren mi carne, atacan mi ser.
Me he enterado, que ella se ha dejado morir, por la pena de amor, cuando
la abandoné.
¡ Quisiera hacerla resucitar ! Pero no puedo cumplir.
¡ Quisiera dar mi vida, en lugar de ella ! Pero no puedo cumplir.
¡ Quisiera perder mi vida, para vivir junto a ella ! Pero no puedo cumplir.
Mientras, los fantasmas, con sus risas burlonas, me invitan que deje la vida y me una a ellos, como una carcajada final.
¡ Si, eso puedo hacer !
Espérame, amada mía, he comenzado el viaje que nos volverá a unir.
Mario Beer-Sheva

miércoles, 15 de diciembre de 2010

Amigo Descansando


Hoy me faltan palabras o no las encuentro, para decirte, al píe de tu tumba, lo que has representado en este tiempo de amistad.
¿ Como se despide a un buen amigo, que fue confidente de mis desdichas y eco de mis triunfos ?
¿ Como se despide a un buen amigo, que escuché, atentamente, sus poemas y que gracias a ellos aprendí, el valor de la paz, el valor del amor ?
Tu me enseñaste que aquel, que en su corazón, lleva la guerra, en su sangre el odio y en su mirada el rencor; debo evitarlo y nunca tratarlo como un igual.
Hoy me faltan palabras, mañana extrañaré tus versos y siempre pensaré en ti. Tu te vas, pero quedan tus pensamientos, hechos versos, fijando palabras, escritas con el corazón. Sólo puedo agregar, que al irte de este mundo, dejas un testamento escrito con el alma, con el alma del amor.
Tu vida no fue en balde, has dejado esparcidas las semillas que un corazón como el tuyo, puede sembrar. No habrá viento que pueda llevarse tus palabras, que tu pluma inquieta dejó plasmado en el papel, que tu bondad
escribió.
Al píe de tu tumba, veo la tierra que, inexhorablemente, va cubrien la tapa de tu ataúd, pero no habrá tierra en el mundo que tape tus ideas, que olvide tus consejos y acabe con las enseñanzas de la virtud y el honor.
He encontrado las palabras para esta triste ocasión y las diré en vos muy alta y que sea el viento que se encargue de divulgarlas, como las palabras de un santo varón:
¡ Amigo, no has muerto, te has tomado un descanso, para escribir nuevos poemas, como sólo tu sabes hacer !
¡ Impacientes, esperamos tu regreso !
Mario Beer-Sheva

sábado, 11 de diciembre de 2010

El Sacrificio De Hacer


¡ Te diré lo que haré !

Correré, con todas las fuerzas que tengo, que mis piernas puedan llevarme, lo antes posible, muy lejos de ti.
Correré, hasta perderme, en la lejanía, en el polvo del camino,
en la niebla del tiempo, en que todo se olvida, en que todo se pierde, en el
recuerdo que no existe.
Correré, hasta que mi corazón, pida reposo por su cansancio y enfrie la pena del fuego de mi alma herida, de mi pasión, ya perdida, de tu cuerpo
olvidado.
Correré, hasta alejarme de tus besos, que tanto amé, de tus caricias, que tanto disfruté, de tus brazos que abrazaban mi cuerpo, mientras en mis oídos, dejabas palabras de un amor engañado, de un amor que no era real.
Correré, para alejarme de tus engaños, en tus poses estudiadas, en tu figura, que abría mi apetito y cerraba mi mente, ante el engaño evidente.
Correré, hasta caer desfallecido, cansado, destrozado, pero con la alegría, de haberte perdido de vista y ni el aroma de tu cuerpo, pueda oler.

No es fácil lo que me propongo. No es fácil conseguir la libertad, la independencia y caminar con la frente alta ante la sociedad. Quizás conseguiré un nuevo amor, quizás continuaré llorando por ti.

¡ Eso es lo que haré!
Mario Beer-Sheva
pensamientospoemas@gmail.com

viernes, 10 de diciembre de 2010

Sol. Luna. Estrellas.


¡ Deja, ya lo verás ! ¡ El tiempo, que es testigo, lo dirá !
Cuando el sol se enfríe, la luna esconda su
cara y las estrellas apaguen sus luces, será el
momento que te deje de amar. El sol, la luna
y las estrellas darán cuenta de un fenómeno sin igual.
Y cuando tu, visites tu templo, cuéntale a tu Di-s, y ni el lo podrá creer.
Nuestro amor, querida mía, es inmortal. Es más fácil que los astros desaparezcan, antes que muera nuestro amor. Hay
amores que comienzan con la vida y terminan con la muerte, pero la huella que han dejado en la tierra, se mantiene como los añejos árboles, las milenarias rocas y montañas o el misterio de los mares.
Nuestro amor es como el mar, que arroja sus aguas en la playa y después,
a las pocas horas las viene a buscar. Y así se repite, día a día, año a año, siglo a siglo, una constante de no terminar.
Nuestro amor, nació con los primeros soles, las primeras lunas, las primeras, luces de las estrellas, que alumbraron la tierra y dieron forma al hombre, para que pudiera amar, como nosotros nos amamos.
El sol, la luna, las estrellas, deben saberlo, nuestro amor, igual que ellas,
nacieron con el mundo y con el mundo morirán.
¡ Deja, ya lo verás ! ¡ El tiempo, que es testigo, lo dirá !
Mario Beer-Sheva

martes, 7 de diciembre de 2010

Juramento


Recuerdo todo, nada dejé de recordar, pero sólo cuento los recuerdos que puedo contar. Muchos de ellos los guardo, ya que así juré hacerlo y lo cumplo, la promesa debe ser respetada, ya que fue un acto de confianza y no debo perderla, la guardo muy junto, a mi corazón...
Y en algunos días tristes, como hoy, que me persiguen los recuerdos, hasta que el dolor llega a mi alma y mis ojos, inundados de lágrimas, piden a gritos la luz a mi memoria;en ese momento los traigo a la vida, para poder
disfrutar, gozar, vivir, nuevamente, amores que se han ido, pero han quedados prendidos, en el grito silencioso y reservado de mi juramento...
Que nadie diga que he roto una promesa, de amor. Mujeres que se han entregado y yo recibí con pasión, tan grato momento, hoy pueden vivir
tranquilas, porque mi boca, no se abrirá, para divulgar, romper o traicionar, los momentos vividos al calor del amor...
Justamente, son esos secretos, que hoy en el final de mi vida, salen de la niebla y ocupan el espacio, en mi mente, que como una película muda, me
recuerda, me entretiene, me hace viajar en el tiempo, gozando momentos
que tuvo mi vida...
Amé, con pasión y con pasión, me amaron. Entregué mi alma y mi cuerpo, sin reparo, sin verguenza y de ellas recibí la misma entrega y hoy puedo recordarlo, con una sonrisa en mis labios, un brillo en mis ojos, mi corazón abierto a tantos recuerdos, a tantas emociones...
¡ Sólo mi boca, clausurada !
¿ Que más puedo pedir ?
Mario Beer-Sheva

viernes, 3 de diciembre de 2010

Tiempo y Amor


Con el comienzo del siglo, comenzó nuestro amor. Y antes que el siglo termine...
Nuestros cuerpos, apresurados y curiosos, descubrían, día a día, sensaciones, exploraban y encontrában, fantasías, que hoy era una realidad.
Con suspiros, risas sofocadas, promesas alumbradas, juramentos de por vida, nuestra pasión
enloquecida, nuestras bocas sedientas, nuestras manos inquietas, hacía que nuestros corazones, marchen más de prisa, como queriendo salir de
nuestros pechos y mostrar la locura, que llamábamos amor.
La luna y su manto de estrellas, fueron testigos, noche a noche, de nuestro amor desbordado, casi salvaje, que como una ofrenda dedicábamos a la
pálida luna, hasta hacerla sonrojar.
Y de día, en lo alto de la montaña, en lo profundo del valle, en la orilla del
mar; dejábamos, como un presente, nuestra huella, como testido, que
estuvimos ahí.
El tiempo fue pasando, como lo hace habitualmente, el siglo fue avanzando
y nuestra pasión, que fue el fuego de nuestro interior, se fue entibiando, hasta que el calor, tapado por la nieve, congeló nuestro interior y así murió.
¿ Como mantener vivo un amor, que fue locura, que fue pasión, que nos desbordó ?
Ese tipo de amor, junto con el tiempo que pasa, debe, lentamente, transformarce en respeto, entrega y amistad.
Si así no fuera. ¡ Lo tuyo no es amor !
El siglo será testigo, el tiempo me dará la razón...
Mario Beer-Sheva