miércoles, 25 de abril de 2018

**Matar Al Mensajero**


**Matar Al Mensajero**



Se trata de un sueño algo que emerge de nuestro interior mientras dormimos

después de una jornada de enfrentar la realidad. Hay sueños bonitos, que nos

complace soñar y otros feos que quisiéramos borrar. En los dos casos son

sueños; sueños nada más.

No debes pensar que se trata de la alegría que podrías tener ni de la tristeza

que te aguarda al despertar. Los sueños van y vienen como el día y la noche

y cuando la noche se va el día vuelve a estar. No pretendas que esto cambie

nadie lo puede cambiar.

Es inútil matar un sueño; el sueño es solo un mensaje que trae a tu mente

algún deseo que no has podido conseguir o algún recuerdo que camina en tu

interior y tu cuerpo, en el descanso, te lo rescata de lo más profundo para que

puedas volverlo a recordar.

No culpes al mensajero él actúa para lo que fue creado no intentes matarlo

él vivirá mientras tu vivas, ni antes ni después. Piensa que matar al cartero no

impedirá que el mensaje no te podrá alcanzar.

Todos tenemos con nosotros un mensajero que es el que nos trae el ayer, nos

asoma al hoy y nos imagina el mañana.

No odies al mensajero no lo intentes matar, cuanto más te empeñes más en los

sueños lo verás.

Mario Beer-Sheva


“¡Cásate!:Si encuentras una buena esposa serás feliz; si no, serás filósofo”

Sócrates.-


martes, 17 de abril de 2018

**Volver**


**Volver**



Desde lo alto de la loma y mirando hacia el valle mis ojos alcanzan a ver

el pueblo que un día abandoné con el sueño de algo mejor.

Con una vieja mochila, desteñida por el sol y el tiempo del camino de un aventurero, tomé el regreso del sueño que me perseguía noche a noche y olvidando la fama y la gloria, junto al dinero que nada de eso existía, mi

rumbo tomó el Norte de volver a mis orígenes.  

Me alejé del pueblo que me vio nacer; mis sueños era el motor que movía

mis piernas y mi mente encandilada por voces de fama y poder tomé el

camino que no debía, que como sirenas me llamaban a la perdición.

Después vino el silencio, la soledad, la angustia, y arrepentido pegué la vuelta viendo el espejismo de una fama que nunca tendría. Y hoy a la puerta de mi pueblo la emoción del regreso hizo estallar mis lágrimas que

como cortando cadenas de la loma veía la libertad.

Apresurado llegué al valle, como el naufrago a tierra firma, tomé la calle

Mayor que recorrí del principio al fin. Y al terminar la calle tu casa y el

jardín marcaron mi destino

 Apoyé mi frente en las rejas e inclinando mi cabeza lloré como un niño

 que busca la sombra del árbol que murió. Ni jardín, ni sombra, ni tu, solo

volver y como el viejo árbol morir sobre sus raíces secas.

Mario Beer-Sheva.-


“Los dueños de la verdad la siguen buscando” José Narosky.-



   

viernes, 6 de abril de 2018

**La Lluvia Lo Sabe**


**La Lluvia Lo Sabe**



Como con baldes o un diluvio la lluvia caía y todo mojaba. La gente

corría buscando refugio; yo sin paraguas me cobijé en el portal de un

 hotel cuyo techo de chapa la lluvia golpeaba y golpeaba.

Mientras la lluvia mojaba y mojaba sin mirar a quien; ella se refugio

a mi lado, en sus manos un paraguas roto de nada servía. Mojada y

afligida noté en sus ojos algunas lágrimas quizás por llegar tarde a

una cita de amor o trabajo o algún horario que debe cumplir.

Le hice lugar a mi lado. Le presté un pañuelo, secó su pelo arregló su

rostro me dio las gracias junto a una pequeña sonrisa que aún la

recuerdo digna de ver.

Mientras la lluvia repiqueteaba sobre la chapa desnuda nosotros en voz

alta comenzamos a conversar. Temas dispares, sin importancia, mientras

entre nosotros nacía algo con el fondo estridente de las chapas sonar.

Y así sin más ni menos comenzó a germinar una simpatía que apuró nuestro pulso, nuestras manos se buscaron y sin pensarlo nuestros labios

se abrieron pidiendo besar.

Fue ella la que dijo: busquemos refugio en el hotel hasta que el mal tiempo pase; tomamos una habitación nuestras bocas se buscaron nuestras

manos intimaron y en un momento me sentí arrastrado al deseo urgente

de ser su amante, de ser feliz, de agradecer a la lluvia haberla encontrado.

De pronto la lluvia cesó ella arreglo su pelo maquilló su rostro me saludó

con un simple adiós y marchó.

¡Eso es todo lo que pasó!

Hace mucho que no llueve espero intrigado y esperanzado la lluvia otra vez y quizás, sólo quizás, la vuelva a encontrar.

¡La lluvia lo sabe, tú lo sabes, para que más!

Mario Beer-Sheva.-


“Espera a que el más sabio te juzgue…el tiempo”  Pericles.-