**La Despedida Que No
Fue**
¡Amigo!
He venido a despedirme y
aunque no puedas verme con seguridad escucharás
mi voz. Como supiste
escuchar mis pensamientos y aceptar compartir de mi
vida errante dudas,
temores, pesadillas, que tu sabiduría supo entender hasta
encontrar en tu respuesta
la palabra desinteresada de un amigo como tú.
¡Amigo!
El destino quiso llevarte
primero; pero hoy aquí me tienes dándote las gracias
por haberte conocido, por
escuchar tus palabras que calmaron mis ansias y
adormecieron mis miedos y
recibir la fuerza necesaria para afrontar la vida.
Te prometo, amigo, que
seguiré tus pasos porque tú al irte has dejado lo que
los hombres de bien dejan:
son las huellas de tu paso por la vida, tus consejos,
tus ejemplos, que vivirán
después de ti y de muchos que te hemos conocido.
¡Amigo!
Hoy que he venido a
despedirte; noto con alegría que nunca podré dejarte en
tu descanso eterno ya que
te llevaré junto a mi corazón el haberte conocido.
Y con orgullo hoy poder decir:
¡fuimos amigos!
¡Amigo!
Amigo verdadero no de
falsedad, amigo siempre no de ocasión, amigo rico o
pobre no el que compra o
vende, amigo en las buenas y en las malas y no por
complacer.
¡Amigo!
Descansa en paz, te lo has
ganado, yo cuidaré de ti…
Mario Beer-Sheva
“Ningún experimento es un
desperdicio” Thomas Edison.-
