
Bajé del taxi ,en la misma esquina ,que fuera el bar de Julián Ramón.
Apoyado en mi bastón, quedé admirado por la nueva edificación .Un
nuevo salón de una farmacia y perfumería de gran esplendor.
En esa esquina, en esa misma esquina con los muchachos, que ya no
Están .Hoy escucho sus voces, como de la lejanía y cada uno habla en
mi mente de los temas que cada uno decía dominar...
Tristán, el galán del grupo, ofreciendo teléfonos y direcciones: ! Quedó soltero !
Para no creer.
Roberto, que nos proveía de cigarrillos que robaba en el almacén .De grande
se hizo ladrón y hoy está purgando en Olmos con un prontuario mayor.
Valentín, que gracias a su, su invento le hizo ganar mucha dinero, y hoy vive en
las islas Caimán, mirando pasar la vida, las muchachas y gozando su capital.
Miguel Ángel, con una guitarra, una botella de vino y una muchacha ,llegaba al
amanecer. Después, heredó una fortuna ,de no se sabe quien .Y para no perder
la costumbre tiene guitarra ,tiene vino ,tiene muchacha hasta envejecer.
Y yo, que siempre soñé ser un famoso escritor, terminé con mis sueños cuando
perdí parte de la vista y gané un amor.
Ninguno de ellos están presentes ,en esta esquina que fue de sueños...
Quisiera saber ,si mis amigos, saben que en esa esquina hay una farmacia y
Perfumería, con luces llamativas que se lee desde lejos:
Farmacia y Perfumería: *Los Sueños de Ayer*
**Los Sueños De Ayer**
Mario Beer-Sheva
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