miércoles, 10 de octubre de 2012

Una Historia A Contar

Quiero contarte una historia, que aún no comenzó, no tiene fin porque el fin no le llegó. La historia no es historia cuando no tiene principio ni final; pero tiene vida propia porque vive en la imaginación de un hombre que ama a una mujer con la mayor intensidad.
Lo curioso de esta historia que la mujer no está enterada y justamente ayer se casó con un novio que hace tiempo tenía. La vi entrar a la iglesia con sus pasos apresurados, como temiendo que sea un sueño a punto de despertar, al salir del templo no me perdí detalle: ¡La novia más linda que ustedes pueden imaginar!
Vestida de blanco novia, blanco coma la virgen y la inocencia, un ramillete de frescas violetas, en sus manos llevaba; el ramo lo lanzó con estudiada delicadeza y habilmente una amiga lo rescató.
Yo intenté mirarla a los ojos y enviarle un mensaje de mi corazón enamorado, pero sus ojos sólo veían al hombre que ella deseaba y con el cual su vida quería atar hasta el fin de sus vidas.
Yo estaba serio, de nada podía reirme; yo la quería y ella me ignoraba, mi boca cerrada nunca le dijo nada, sólo mi corazón quería hablar pero no sabía. Dejé el tiempo pasar, confiando en un milagro, el milagro, como todo milagro, queda en los sueños, como pesadillas de una noche hasta que llega el día.
Esta es la historia que quería contarte, sin principio ni fin; ella mantiene fresca mi memoria y me acompaña en las noches mientras tejo principios y finales.
¡ Que me son muy gratos, además !
Mario Beer-Sheva
pensamientospoemas@gmail.com
"Todos pueden seguir la corriente. Pocos enfrentarla. José Narosky

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