sábado, 27 de octubre de 2012

Llámalo Rencor

Al principio fue muy pequeño, como un pequeño dolor y el tiempo al pasar lo dejó crecer hasta germinar y transformarse en lo que conocemos como rencor...
Se hizo dueño de mi mente, latió junto a mi corazón, que conquistó con el poder que genera el rencor...
Hoy es amo de mis días, como un recuerdo imborrable y de mis noches, que me castiga, como sólo puede hacerlo el rencor...
¿En que momento comencé a odiarla? ¿Cuando se fue o cuando descubrí su traición?
Los años fueron pasando; mis labios la recuerdan, mis manos, hoy vacías, extrañan su cuerpo, pero sólo puedo pensar en compañía del rencor...
Dolor, odio; son ramas del mismo árbol, que con potentes raíces atrapó mi voluntad, mis pensamientos y el timón de mi vida quedó en las manos del rencor...
Los años me hicieron envejecer; mi cuerpo, mi piel, blanqueron mi pelo, el tiempo sumó años y lo único joven fue mi rencor...

¡No fui yo quien comenzó a odiarla, ni fui yo quien descubrió su traición!
¿Acaso no sabes quien fue?
Mario Beer-Sheva
pensamientospoemas@gmail.com
"Hay enfermedades que quitan la vida. Aunque no maten"
José Narosky

No hay comentarios:

Publicar un comentario