sábado, 20 de octubre de 2012

No Hagas Como El Payaso

Escucho tu risa y veo tu cara, que se arruga por ella, marcando de huellas tu boca que un día fue mía. Y yo me pregunto de que te ríes, acaso no tienes espejo para ver que tu risa pasada es una mueca desdentada y burlona que llevas contigo...
¿Será dolor, será pena o quizás la lástima de ver tu rostro de hoy y recordar el de ayer?
Tu cutis de porcelana, que a mis manos encantaba, tu cuerpo de soberana, que a mis labios conquitabas, tu risa alegre y despreocupada, que yo con amor festejaba...
¿Todo eso donde está?
Tu alegría de hoy se asemeja a unos gritos de auxilio, pidiendo la magia, el milagro, de volver los años atrás. Los años se han ido y no saben volver; si algo no has aprovechado, dalo por perdido, nunca más volverán...
El tiempo te persigue, corre trás de ti, hasta que llega a tu lado, y hombro con hombro marca tus pasos, tus tiempos, hasta con suerte, llegar a la vejez...
No rías, tu risa se asemeja al payaso que pinta su cara, con más y más cera y así va tapando las arrugas del día de ayer...
Guarda tu risa para la soledad de tu cuarto, que nadie la vea y sólo tu reirás en recuerdo de tu piel de marfil...
¡Recuerda; el pasado trae la alegría y entierra la tristeza del payaso de hoy!
Mario Beer-Sheva
pensamientospoemas@gmail.com
"El tiempo no da experiencia. Hay que extraerla del tiempo."
José Narosky

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