domingo, 28 de octubre de 2012

El Infierno No Existe

Anoche soñé y soñé contigo; soñé, que a nadie debo comentarlo, ya que fue un sueño prohibido. Soñé, que estaba contigo, en una montaña de algodón y que nuestros cuerpos, rebosantes de pasión, nos amábamos sin prisa, sin pausa y con mucho amor.
Arriba nuestro estaba el cielo, que nos protegía, debajo no había nada porque el infierno no existía, la tierra asombrada nos miraba embelesada, la gente se enteraba y a nadie le importaba.
¡Pera el infierno no existía y nada nos preocupaba!
Que hermoso sueño que tuve, que a nadie debo contar y como tu lo vez a nadie se lo cuento; es nuestro secreto que debemos guardar.
Al verte por la calle, estrecho con fuerza mis manos y así evito abrazarte hasta quitarte el aliento. Me duele nuestro secreto que arrastro y sólo lo dejo cuando estamos en soledad. En ese cuarto extraño que llamamos nuestro nido y que sólo es un refugio para nuestro amor prohibido.
No temas, deja de temer, en mis sueños he visto que el infierno no existe; las llamas se han consumido y lo que fue una hoguera, de temer, hoy son  cenizas, frías, solitarias y lejanas que a nadie asusta, de verdad.
¡Pequemos con el cuerpo y con la mente, no hay de que temer!
Mario Beer-Sheva
pensamientospoemas@gmail.com
"Toda persona tiene tres personalidades:la que enseña, la que tiene y la que cree que tiene" Anónimo.-

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