martes, 27 de julio de 2010

La Luna, Adorno del Cielo


La luna llena, asombrada, fue la primera que los vio. Por falta de voz, no pudo avisar, las estrellas, en cambio, que no aprendieron a hablar, mudas ellas, se pusieron a titilar, asombradas del espectáculo que tenian ente sus ojos, que no paraban de pestañar.
En la tierra, en un pequeño parque, donde van los niños a jugar, se encontraron los malevos, listos para el duelo final.
El diestro se quitó el saco y lo enrolló en su brazo izquierdo. El zurdo, colgó el saco de una rama y con el poncho abrigó su brazo, dejando libre la zurda. Los dos, metieron mano en la espalda y desenvainaron sus dagas.
Uno gritó: ¡ hasta el final ! y el otro le contestó: ¡ el que queda será el macho de ella !
Los aceros chocaron y hasta chispas se vieron. Eran como dos bailarines, en un baile macabro,
buscando romper la defensa, del rival. El zurdo, con maña, le pisó un pie y al fondo se le tiró buscando el corazón, mientras la daga entraba en su pecho, el derecho, con un último esfuerzo,se la clavó debajo del cinturón. Y el grito final, que la luna lo escuchó: ¡ Pompeya no será para ninguno de los dos !
Antes del amanecer, encontraron los cuerpos, sin saber el motivo de este duelo infernal, sólo la
luna, escuchó el nombre de la mujer. ¡ Y gritó, gritó, gritó, hasta que llegó el sol y la desalojó !
Es sabido que la luna no sabe hablar y no tiene memoria.
Sin voz y sin memoria. ¡ La luna es un adorno en el cielo, que rompe la oscuridad !
¡ Es un adorno, nada más !

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