viernes, 15 de enero de 2010

Déjenme Recordar



**Déjenme Recordar**

El sol está reclinándose y ya en el cielo se distingue, ñiviamente, la sombra de la luna.
Y me pongo a recordar, cosas que mi mente, por mis años, me impiden memorizar; ¿la
recuerdo, no la recuerdo? Déjenme recordar, como una fina sombra, como la de la luna,
aparece y desaparece, como un mago vulgar, no puedo hacer que el recuerdo se fije en
mi mente y en palabras, o escrituras, pueda pensar.
¡ Déjenme recordar ! Estoy seguro que amé a una mujer, que su rostro olvidé. Recuerdo,
muy bien, que un día se fue, mientras escuchaba sus pasos, por la escalera de mármol y
después el golpe de la puerta del zaguán, como la caída de un telón.
¡ Déjenme recordar ! No quedé solo, la congoja, el dolor, el desamor, el miedo, quedaron
a mi lado, junto a su perfume que me embriagó, durante tanto tiempo. Los años pasaron,
los míos también, la historia se hizo vieja, acompañada por mi vejez. Durante mucho tiempo,
el ruido de la puerta y de la escalera, revivía, en mi, la esperanza del retorno, la esperanza
también envejeció. Como mi pensamiento, como mi cuerpo, como mi espera y un día mi
mente, comenzó a olvidar. Primero olvidé su rostro, después su cuerpo, más tarde su aroma
de mujer y por último su nombre, que fue música en mis labios y hoy no recuerdo una nota,
de ese nombre que tanto amé.
¡ Déjenme recordar ! ¡ Acaso, ustedes, no escuchan pasos que suben, por el mármol !
¡ Que golpean a mi puerta y sin permiso, entran ya, que me llaman por el nombre y en un
murmullo me dicen: *Deja de recordar, te he venido a buscar, donde nadie quiere ir, pero
ahí, memoria no necesitarás. ¡ Recordar es memoria ! ¡ Memoria no es siempre recordar ¡

1 comentario:

  1. B'H
    Estimado Mario gracias por compartir lo que escribes. Tu blog era muy necesario.
    Un saludo

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