sábado, 17 de abril de 2010

Quieso Ser Tu Maestro


¡ Mujer ! Quiero confesarte algo, sobre el dolor que llevas dentro,
que es mi propio dolor.
El amor golpeó tu puerta y le habriste confiadamente, te enamoraste perdidamente, entre besos y promesas, te entregaste a él. Eras feliz, como la luna, cuando muestra sus estrellas jugando con los guiños, que tus ojos veian, eras más feliz que el
sol de la mañana, después de una noche de tormenta y ahora despertando ante un nuevo día, luminoso y radiante.
¡ Mujer !Eras tan feliz, que me dolia no ser parte de esa felicidad, pero yo callaba y te veía y
pensaba: que no era parte de esa dicha, que te merecias.
Y un día se fué, tras otro amor y tu te quedaste sola, triste y desengañada y comenzaste a odiar
y te alejaste del amor.
¡ Mujer ! Hoy te veo, con el desengaño y el odio, reflejado en tus ojos.Ojos apagados sin amor,
sin futuro, sin la familla que habias imaginado, sin vida y con mucho rencor.
En mi confesión, te diré, con el comienzo de la primavera, soñé contigo, que habrias un hoy,
olvidando el ayer. Y detrás del hoy, abrias una ventana para que entre la primavera, que es la
estación del amor.
¡ Mujer ! Mira por tu ventana y verás el nuevo sol y escucharás los trinos de los gorriones y
verás las flores abrirse, al aire que trae el amor, si prestas atención, curiosamente, el río vendrá
con agua para regar las nuevas siembras, las plantas y hacer que el agua esté más fresca y limpia, para calmar la sed. La sed que produce la pasión.
¡ Mujer ! Sal de tu cuarto y deja entrar la vernal, con su carga de amor. Otras cosas he soñado, donde tu siempre estás, pero son sueños que se harán realidad, si puedo entrar en tu vida y en
tus planes, de una vida feliz.
¡ Quiero ser parte de tu felicidad, ser tu maestro, en volver a amar !

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