
Dame tus manos, ten toma las mías, deja que nuestra piel entre en contacto y recordará nuestras noches de amor, de
pasión, imposible de olvidar; nuestros cuerpos, sin juramentos, tienen la memoria que produce el primer amor, que vive, por siempre, en nuestros corazónes.
¿ Hay algo más dulce que el primer beso, la primera cita, el primer abrazo?
¿ Hay algo más amargo que el primer desengaño, la primera mentira, el
primer olvido ?
Pero no temas; la piel tiene memoria, sentimientos y cuando se enamora
toma la tempera del primer amor, la fragancia que la envuelve, el aroma que no olvida y al solo contacto lo vuelve a recordar...
Dame tus manos, ten toma las mías y al instante, nuestra piel, reconocerá
la piel que lo enamoró, que pudo acariciar, que recuerda día a día el espectáculo de su pasión y por ningún motivo podremos confundirla con otro amor, con un engaño, con otro querer, con otro cuerpo; que no sea aquel...
¡ El primero abrió un camino y dejó una huella, los demás cicatrices !
Mario Beer-Sheva
" La gloria de los hombres se ha de medir siempre por lo medios que se han servido para obtenerla " Anónimo.-
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