martes, 10 de junio de 2014

**Puerta**



Es la misma puerta que conociste una noche, de invierno, que golpeaste
en ella, buscando abrigo, que calaba tu pobre cuerpo, buscando alimento,
que tu no tenías, buscando una cama y un techo, que te asegure la noche.
Entraste por ella y después te quedaste; fuiste mi compañía por un largo
tiempo. Flores y cortinas adornaron y dieron alegría a mi cuarto. Mis ojos
asombrados bailaban de contentos y creyendo en la eternidad te abrí mi
alma y te entregué la llave de mi vida.
Tu la tomaste y me hiciste feliz; la vida me sonreía y tu fuiste parte de mi
existencia.
¡Estaba todo tan bien! ¿Qué más podía pedir?
Y un día quisiste irte, no quise detenerte o no supe hacerlo, me agradeciste
y te fuiste por la misma puerta que una noche viniste a mi. Te vi partir; sin
preguntas ni esperando respuestas. Respuestas que morirán en mi.
Los años pasaron y tu no volviste, los años pasaron y aprendí a vivir sin ti.
En las noches de invierno cuando el viento sopla los pobres y los ricos lo
escuchan aullar; es cuando me pregunto si tendrás puertas para golpear. Si
alguna vez no tienes, recuerda, mi puerta está sin llave y lista para dejarte
entrar.
¡No necesitas golpear!
Mario Beer-Sheva
“ No hay nada repartido de modo más equitativo que la razón: todo el mundo
está convencido de tener suficiente. “ René Descartes.-


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