Suelo visitar un lugar donde descansan los amores que han
muerto;
tragedias que hoy recordamos visitándolos como un homenaje a
su vida entregada al amor. Lugar silencioso que sólo se
escucha, en
noches de luna, algún suspiro, algún sollozo o alguna risa
desbocada
por la locura que suplantó al amor…
Amores que abonan la tierra, de ella nacen hermosas flores
que alegran
la vista y agrada al olfato, por su dulce perfume, que los
años no han
quitado…
¡Amores heridos, amores muertos pero no olvidados!
Camino entre sus tumbas, algunos me agradecen haberlos
visitado otros,
en cambio, escucho sus quejidos, sus lamentos y pienso,
consternado,
que esas viven, que aún no tienen el descanso final.
¿Sabes tu que los grandes amores son inmortales?
Recorre sus campos que guardan sus amores y verás asombrado,
que a
pesar de los años, aún se escucha un suspiro del bello
jardín que hay en
su descanso final.
¡Donde enterraron amores hoy hay flores, mañana puede haber
un jardín!
Amores heridos; heridos pero no muertos, descansan bajo
tierra y esperan,
esperan a su amor y juntos tendrán la vida que en la vida no
tuvieron.
¡Amores heridos no son amores muertos, son sólo amores que
descansan
y esperan, esperan que los vengan a rescatar!
Y como en el cuento con un beso resucitarán…
Mario Beer-Sheva
“ ¡Tantos siglos de civilización y no aprendimos a
abrazarnos! “ José Narosky.-
No hay comentarios:
Publicar un comentario