Te prometo, mozo, que será la última de esta noche. Te
aseguro
que habrá otras noches, otras lunas, otros días, otros
soles; pero
volveré a pedirte el vaso lleno del brebaje que mata mi vida
y
ahoga el olvido…
Enfermo de amor, ausente de risa, la dicha voló, junto con
ella, y
sólo dejó el gusto amargo de un amor con traición; encuentro
en
tu veneno la anestesia de pasar un día más junto a mis
lágrimas,
que me quitan la voz…
¿Quien quiere a un borracho?
Solo en la mesa, los demás me quitan la mirada ignorando mi
figura
como negando mi existencia y haciendo vista ciega, e oídos
sordos,
por el dolor y la vergüenza que ven en mi…
Nadie puede ayudarme; salvo el veneno que echas en mi copa y
calma
el duelo que habita en mi corazón. Mozo, te prometo que esta
será la
última copa de esta noche y que mañana regresaré por más…
¡La noche será larga, mozo, llena la copa hasta el final!
Mario Beer-Sheva
“La política es más peligrosa que la guerra, porque en la
guerra sólo se
muere una vez” Winston Churchill.-
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