Hasta es tarde lamentar; los años como arena de reloj fue
cubriendo como
un manto de esperanzas, sueños y deseos. Ya nada queda que
pueda dar un
testimonio de los sucedido entre los dos. Siempre lo
mantuvimos en secreto
y hoy es ese mismo secreto, como un manto de misterio,
amparado por noche
y soledad; caminos que hemos recorrido llevando nuestro amor
bien escondido
ante los ojos del mundo por miedo al castigo, por miedo al
escarnio.
¿Por miedo a Di-os? ¡Por miedo a Di-s!
Y sólo las estrellas que saben de nuestro pecado; como polvo
de esmeraldas
perdido en el fuego de la Vía Láctea, guardó el secreto para
la eternidad. El
amor, la pasión y el deseo se mezcló con el viento que lo
arrastró al olvido.
Un día moriré, un día morirás y junto con nosotros, en el
fondo de nuestro
descanso final, abrazados a la nada salvo el misterio que
nos une a los dos.
Que queden nuestros escritos, que serán conocidos al final.
Estoy convencido que
no hay otra vida, amada mía, y si así fuera debemos pensar
que todo está perdido.
Unamos nuestros cuerpos más halla del horizonte y así,
seguramente, viviremos
en la inmortalidad.
¿Todo está perdido? ¡Espero que no!
Mario Beer-Sheva.-
“El arte es una inmensa patria. Porque carece de fronteras”
José Narosky.-
No hay comentarios:
Publicar un comentario