jueves, 27 de enero de 2011

Nunca Más


He crecido, he madurado, puedo pensar solo y equivocarme, también. Y en todo este
proceso, he descubierto, con alegría, que soy libre, sin cadenas, promesas, juramentos; veo que me has entendido: No te necesito, mujer...
Durante un tiempo, estuve convencido, que tu eras el aire que respiro, que tu madurez controlaba mis actos, que tu mente pensaba por los dos y que nunca, cometías, un error.
Mis juramentos eran reales y los tuyos, ficticios, mi amor era sincero y el
tuyo, una comedia de salón, mi vida estaba en tus manos y tu la moldeabas
según el día y la ocasión.
¡ No te necesito, mujer !
He comprado placer y he recibido placer, he comprado besos, dulces como
la miel y besos he recibido, he comprado compañía y la tengo, aún es mía.
Sin firmas, sin lazos, sin oír tus mentiras, que transformaban la noche en pesadilla, mientras esperaba en la oscuridad, tu regreso al hogar; todo eso
se ha terminado, sólo me falta decirte:
¡ No te necesito mujer !
Vive tu vida como mejor puedas, nada de ti quiero saber. Y si algún día, en el correr de la vida, me necesitas, no intentes regresar, seguramente yo
tendré compañía, que alegre mi vida y en ella deje mi amor.
Buscaré una mujer que aprecie mis besos, que sea digna de mis abrazos, de
las flores, que ella pondrá en un jarrón y no en la basura, como lo hacías tu.
Tu eres mujer para el sexo, pero no eres mujer para el amor.
¡ No te necesito, mujer ! ¡ No te necesito más !
Mario Beer-Sheva

1 comentario:

  1. esta asturiana viene a decirte que en su bloc tiene tres premios para ti por tus bellisimos poemas que compartes con todos nosotros, un besin muy muy grande.

    ResponderEliminar