sábado, 15 de enero de 2011

Fama


Brindaré, será un brindis en soledad. Amigos, no vendrán porque no los tengo, parientes, desde lejos los veré, como ellos a mi, vecinos que no dejaré entrar, esposa e hijos, que quien sabe por donde estarán.
Brindaré porque he triunfado, sin sacrificio, sin dolor, sin tiempo, sin dinero; sólo mi mente, mi fantasía, mis sueños, gracias a ellos he triunfado y en el mundo;una huella he dejado, tan profunda, que aquellos que me odian o me aman, no podrán pasar sin tropezar con ella.
Nadie me recordará cuando se hable de pintores, músicos o escultores, muy ricos o muy pobres, muy viejos o muy jóvenes, guerreros o deportistas
conquistadores o descubridores, inventores o estafadores.
Pero cuando se hable de la literatura del amor, de la poesía que enamora, de los poensamientos que llevamos dentro, de la experiencia de la vida, de
los viajes de la soledad, que es la maestra de la mente; en ese momento alguien me nombrará y algún curioso me leerá y hasta puede ser, que reconozca la habilidad de mi pluma plasmada en el papel,para deleitar, para disfrutar, o simplemente, para recordar su propia vida.
He conseguido pasar a la posteridad, matar a la ignorancia y elevarme a un sitio que por su altura será difícil dejar de ver.
Quiero que mi trabajo brille, con luz propia, en la noche del no saber y mis
fraces y oraciones sean el camino de aquellos, que aún no han comenzado
a escribir.
¡ Es un brindis solitario, que no es así, me acompaña lo escrito, que es inmortal !
Mario Beer-Sheva

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