Y recibirás cientos de palabras de mi boca, abrazos que calmarán tus ansias y entibiará mi cuerpo, besos que saciará tu sed, mis dedos jugarán con tu pelo y mis manos acariciarán tu piel...
¡Volveré!
Con la fuerza de la juventud y la experiencia de la madurez; nos volveremos a amar, olvidaremos el tiempo transcurrido y haremos cuenta que nunca nos separamos, que siempre estuvimos unidos por la fuerza de nuestro amor...
¡Volveré!
Y tu lo notarás porque tu sonrisa, nuevamente, en tu rostro brillará; tu peinado será más coqueto, más moderno en tu vestir, te pondrás el perfume aquel que obnubilaba mi razón y mi olfato abrirá el apetito de darte todo mi amor...
¡Volveré!
Como si fuéramos dueños de dos viudas y la segunda comenzaremos a vivirla; escucharemos las voces asombradas, que nuevamente, nos será unidos por la magia del amor...
¡Volveré!
Para no dejarte jamás; ya que tengo la experiencia, que sin ti no puedo vivir, que la vida no es vida, que el tiempo se arrastra en la hora y cada hora sufro más la pena de estar lejos de ti...
¡Volveré!
En forma silenciosa, como una sorpresa iluminaré tu vida y tu darás el sol a mi placer derritiendo el frío de mi soledad, la triste aventuras de las noches eternas de tu ausencia de amor...
¡Volveré, como si nunca me hubiera ido; es promesa de amor!
Mario Beer-Sheva
pensamientospoemas@gmail.com
"Nadie pudo mirar el cielo sin elevar la mirada" José Narosky.-
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