Aqui estoy, querida amiga, he vuelto a ti, que eres
mi paño de lágrimas y pocas veces comparto, mis alegrías. Te sacaré de la noche para traerte al día y
que sepas de mis penas mientras te tengo en mis brazos escuchando tus cuerdas vibrar, con la dulzura de tu noble madera, que como un eco, me hace temblar...
Pompeya, es tu nombre, y eres mi guitarra favorita; tu bordona acelera
mi corazón y tus acordes me trasladan a otros mundos, para olvidarla a ella como si fuera un mal sueño; y a la luz del nuevo día, espero, que mi
pena se duerma mientras busco otro amor...
Contigo, mi fiel compañera, te he confesado tantas aventuras y tu en
respuesta me has dado la dicha de escuchar tu voz; con ella festejé
cunplidos y lloré despidos. Mientras tus acordes, como la palabra de un confidente, me servía para calmar la dicha o pedir perdón...
Pompeya, querida guitarra, confidente y amiga, he vuelto a tus brazos,
ceñirte a mi cuerpo, con tus formas de mujer, y en voz baja, como el
mayor enamorado, contarte mi pecado de haberme enamorado otra
vez...
Tu eres mi gran consuelo, para ti no tengo secretos, sin ti no podría vivir;
pero de las mujeres, puedo asegurarte:
¡ Sin ellas, para que existir !
Mario Beer-Sheva
" Amo tu cuerpo. Porque contiene tu corazón " José Narosky.-
No hay comentarios:
Publicar un comentario