viernes, 5 de noviembre de 2010

La Verdad Sobre La Mesa


¡ Pongamos la verdad sobre la mesa y hablemos claro !
Estoy dispuesto a ser tu amigo, tu confidente, tu consejero.
Estoy dispuesto a poner el hombro y te apoyes en él, cuando lo necesites y pondré el pecho, para que busques refugio, ante un desconsuelo, mis oídos, te pertenecerán y estarán atentos a tus risas, o a tus sollozos, te escucharé con calma y te aconsejaré, según mi juicio y experiencia.
¡ Todo esto lo haré, porque somos amigos !
Tu eres casada y tienes marido, no debes olvidar, por tu bien y por el temor a Di-s.
Yo podré festejar, contigo, tus triunfos y consolarte en tus derrotas, que
todos las tenemos, pero nunca esperes mis besos y mis caricias, porque no seré tu amante.
No esperes, que en las noches de frio me acerque a tu lecho y abrase tu
cuerpo, tu marido se encargará de darte el calor, que abriga tu cuerpo y abriga tu alma.
Yo seré tu amigo, tu amigo incondicional, no habrá horario ni tiempo, en todo momento estaré para ti.
Sólo una cosa, te pediré, que no me falten tus versos, hermosos y profundos, que en mi alma, abre la puerta, al recuerdo, la añoranza, a los años que han pasado y con ellos vuelvo al ayer.
¡ Con la verdad hemos servido la mesa !
¡ Juntos, disfrutemos de este manjar !
Mario Beer-Sheva

1 comentario:

  1. ante todo me quito el sombrero tanto por tu poesia, como por la vitalidad de tu alma, espero que muchos cundan tu ejemplo, por ambas cosas, por tener un alma y pensamiento de joven y por vestirte por los pies como hace un hombre que se considere hombre, me hago tu seguidora porque me encanta ver que hay personas que no se dejan vencer por el tiempo. un besin de esta asturiana.

    ResponderEliminar