Estás a mi lado, ocupas mi cama, te he prestado mi almohada,
te
cubres con mi manta, me llenas de besos, me sumerges en el
sol
de tus promesas; pero
yo sé…
¡Lloraré tu partida!
Sé que un día te irás porque no eres mía; eres de la vida,
de la calle
que te vio nacer, no
tienes dueño sólo lugares que paras a llevar
ilusiones, recuperar fuerzas y seguir avanzando mientras los
años te
dejen hacer…
¡Lloraré tu partida!
En algún momento, que aún no estoy preparado, escucharé de
tu boca
que quieres partir y deberé dejar la puerta abierta ya que
nada podré
hacer para convencerte que vivas junto a mi…
¡Lloraré tu partida!
Con dolor veré el vació que dejará tu ausencia, la cama
vacía, la noche
fría, tu almohada sin usar, faltará el trino de tu canción y
las cuerdas de
mi guitarra por ti
preguntarán…
¡Lloraré tu partida!
Ya presiento el dolor y en mi futuro sufrimiento me pregunto;
porque
has venido si tu ya sabias, que tus alas inquietas, te
harían volar…
¡Lloraré tu partida!
Volaré junto a ti…
Mario Beer-Sheva
“No seas tan humilde, no eres tan grandioso.” Golda Meir
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