lunes, 24 de febrero de 2014

**Crepúsculo**



Como el sol, inclinándose sobre el horizonte, buscando el amparo
de la noche, que se avecina. Así siento el ocaso de mi vida como un
atardecer de verano…
Y antes de perderme en el laberinto de la lejanía, quiero aprovechar
los últimos años, o quizás los últimos días, para internarme en mi mente,
y como un póstumo recuerdo, como un homenaje inolvidable, recordar
los amores que adornaron mi vida…
Que no fueron muchos, pero uno de ellos, como me acompañó en vida, me
acompañará en el anochecer de mi final…
………………………………………………………………………………..
La quise con la locura de una noche de vino y de tango, de amor y lujuria, y
en el amanecer, satisfecho de una mañana de verano. Como después de una
fuerte tormenta que viene la calma, junto al sueño que repara, y renueva fuerzas
para una nueva pasión…
La vida se está terminando, porque así debe ser, y para aquellos que amanecen
les dejo este mensaje, digno de recordar o al menos digno de lee…
¡Muchos pueden ser los amores, sólo uno te hará soñar!
Mario Beer-Sheva

“Los grandes del arte derribaron fronteras” José Narosky.-

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