Hoy más que nunca necesito de tu palabra, para que me saque
de esta
ciénaga de confusión y duda. Mis noches infinitas de
pesadillas, mis
días de lágrimas y desconsuelos, hace para mi la vida
imposible.
¡ Ayúdame a comprenderte !
No dejes que me hunda en el fango de la duda, no dejes que
el mar de
la sospecha haga naufragar mi razón.
¡ Ayúdame a entenderte !
Y así podré saber de donde nace mi amor hacia ti; no dejes
que dude de
mis cabales, no dejes que sospeche que mi mente está enferma
de amor,
que fuera ayer, y hoy sólo es pasión descontrolada de mi
cuerpo hacia
tu cuerpo.
¡ Ayúdame a encontrarme !
En esta vorágine de desconcierto, en esta neblina que habita
en mi cerebro,
en el temor a los años que vendrán. Por lo que hemos vivido,
por los días
que compartimos nuestro amor, por nuestros abrazos
interminables, por
nuestros labios que callaban al besarse, por nuestros
corazones que latían
de emoción.
¡ Ayúdame, hoy más que nunca te necesito !
Tu puedes ser mi salvación o mi muerte final…
Mario Beer-Sheva
“El artista no elige. Fue elegido. José Narosky.-
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