lunes, 28 de enero de 2013

Ya Nada Es Igual

No es necesario que me digas algo, que quizás no sea verdad. No pierdas el tiempo en mentirme; tu rostro refleja la verdad, de él falta tu tibia sonrisa, el brillo de tus ojos opacos están, como sin fuerza para sonreír, tu aspecto no es el mismo que tenía en nuestra primera cita, tu peinado deja mucho que desear, a tu ropa le falta la elegancia que en aquel entonces lucias, te falta el perfume que me hizo perder la razón y hasta hoy mi olfato lo extraña ya que es parte de tu cuerpo de mujer enamorada.
¿Recuerdas mis palabras en el primer encuentro...?
"Soy un hombre que te lleva varios años, no te entregues sin antes pensarlo bien"
Te entregaste a mi cuerpo, fuiste placer de noches inolvidables, durante el día el sol nos vio amarnos, tomados de las manos, caminando sin saber, mirándonos a los ojos y prometiéndonos el edén.
Has regresado a la tierra, a la cruda realidad, y al pasar unos años, que en ti representa pocos, en cambio en mi es asercarme a la vejez. Mi edad me pide mesura y descanso, temprano me retiro, pocas palabras para decirte y paciencia para escucharte, cuando el tema abre el apetito de la curiosidad.
Largas tardes, a la sombra, me gusta recostarme y recordar en el placer de mi memoria; pero tu ahí estás pidiendo que salgamos a pasear con amigos, de tu misma edad. Y yo me siento cansado y te digo una y mil veces: ¡Ya nada es igual!
Mario Beer-Sheva
pensamientospoemas@gmail.com
"Cuando el pasado te llama no lo atiendas...no tiene nada nuevo que decirte..." Anónimo

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