¡ Socorro, pido socorro, pido auxilio y finalmente pediré perdón !
Nadie responde, nadie contesta a este, desesperado llamado, de mi corazón herido, por una flecha que lo enamoró...
¿ Acaso no hay respuesta, acaso es la primera vez que un hombre se enamora de una mujer, que no debe enamorarse ? De una mujer que es de otro hombre y
en las vueltas de la vida, nos vimos y nos enamoramos los dos. Nos vimos y al instantes nuestros corazones latieron con más fuerza, nuestras mejillas tomaron el color de la verguenza, nuestras manos se estrecharon, con temblores de pasión, mientras nuestros ojos hablaban de amor...
Pido algo, con urgencia, que me salve de esta tentación; ella es casada y yo
también lo soy. Pero nuestra sangre embrujada pide acción y en nuestras noches, nuestros sueños, que no conocen de leyes, tienen pesadillas de besos, caricias y aventuras, que hacen temblar nuestro heroísmo, ante tanta tentación...
¿Como librarnos del mal?¿Acaso amar es un mal?¡Amar es una bendición!
Y cuando el amor golpea nuestras puertas; nos sentimos orgullosos y recibimos sin titubeo al emisario con su flecha de amor. Y la flecha se transforma en una varita mágica que nos hará feliz en nuestro futuro, a vivir...
Esta historia no tiene final; cuando el amor entra en nuestra vida no pidamos socorro, auxilio ni perdón...
¡ Sólo amemos, sin pensar en nada, sólo en nosotros dos !
Mario Beer-Sheva
" Compañerismo no siempre es amistad, pero amistad siempre es compañerismo " José Narosky
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