lunes, 20 de diciembre de 2010

Vino y Rosas


¡ Aquí me tienes ! En la puerta de tu casa, en una mano llevo dos copas y en la otra, una docena de rosas. Las rosas son para ti y las copas, esperando que tu pongas el vino, para brindar por los dos.
Has terminado tu carrera y comienza tu vida; es por eso que quiero brindar contigo y desearte en tu profesión, lo mejor de lo mejor.
Pon las rosas en un jarrón y descorcha una botella y al tin tin de las copas, brindemos por ti y por mi. El vino está siempre presente, en las mejores
ocasiones y puede ser que entibie nuestro cuerpo y nos de el coraje para declamar nuestro amor.
Mientras eras estudiante, nunca te dije que te quiero, pero hoy es el momento de decirlo en voz muy alta y escuchar de tus labios, el amor que veo en tus ojos y tus ojos no pueden esconder.
Tus ojos, que hablan por ti, los miro y me dan la razón; los dos nos amamos y por nuestro bien, levantemos las copas para sellar nuestro amor.
Las rosas, como un premio mayor, será la corona que tu lucirás y será el símbolo que marcará el inicio, en nuestro nido de amor.
En el futuro, seguramente, más brindis y flores, podrás recibir; pero estas,
amada mía, son las primeras y las más sinceras, que en tus bellas manos
tendrás.
Muchos años esperé este momento y hoy tengo la alegría de haberte hecho mía y dueña de mi corazón.
¡ Por siempre jamás !
Mario Beer-Sheva

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