miércoles, 15 de diciembre de 2010

Amigo Descansando


Hoy me faltan palabras o no las encuentro, para decirte, al píe de tu tumba, lo que has representado en este tiempo de amistad.
¿ Como se despide a un buen amigo, que fue confidente de mis desdichas y eco de mis triunfos ?
¿ Como se despide a un buen amigo, que escuché, atentamente, sus poemas y que gracias a ellos aprendí, el valor de la paz, el valor del amor ?
Tu me enseñaste que aquel, que en su corazón, lleva la guerra, en su sangre el odio y en su mirada el rencor; debo evitarlo y nunca tratarlo como un igual.
Hoy me faltan palabras, mañana extrañaré tus versos y siempre pensaré en ti. Tu te vas, pero quedan tus pensamientos, hechos versos, fijando palabras, escritas con el corazón. Sólo puedo agregar, que al irte de este mundo, dejas un testamento escrito con el alma, con el alma del amor.
Tu vida no fue en balde, has dejado esparcidas las semillas que un corazón como el tuyo, puede sembrar. No habrá viento que pueda llevarse tus palabras, que tu pluma inquieta dejó plasmado en el papel, que tu bondad
escribió.
Al píe de tu tumba, veo la tierra que, inexhorablemente, va cubrien la tapa de tu ataúd, pero no habrá tierra en el mundo que tape tus ideas, que olvide tus consejos y acabe con las enseñanzas de la virtud y el honor.
He encontrado las palabras para esta triste ocasión y las diré en vos muy alta y que sea el viento que se encargue de divulgarlas, como las palabras de un santo varón:
¡ Amigo, no has muerto, te has tomado un descanso, para escribir nuevos poemas, como sólo tu sabes hacer !
¡ Impacientes, esperamos tu regreso !
Mario Beer-Sheva

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