lunes, 3 de mayo de 2010

Nietos. La Yapa de La Vida


¡ No los conozco ! ¿ Como será el color de su pelo, el color de sus ojos?
No los conozco y ya los extraño, extraño el calor de sus cuerpitos, la suavidad de su piel, sus manitas enlazando mi dedo, sus pasos, primeros, pero valientes, que apresuran su andar, como queriendo aprender, para acompañar a su abuelo, por parques y jardines, aferrados a los dedos de la seguridad, que sabrá comprender.
Como olvidar, sus primeras carcajadas, desafinas y desdentadas, pero felices en expresar, en su propia vos. Y un día, no mucho después, mis oídos, escucharán con atención, la palabra ¡ abuelo ! que llegará a mi corazón,
haciéndolo palpitar como un acelerador.
Y será ese momento, ese momento crucial, que el sol, en mi bolsillo me dará la ilución de la
primavera eterna y la luna posará en mi cabeza, como un sombrero de alta sociedad, mientras
las estrellas, como en una ronda, bailarán y sus gritos, de alegría de lejos escucharán:
¡ Abuelo, baila con nosotros y vive este momento, que no hay otro igual !
No tengo nietos, nunca los tuve y no los tendré. Pero algo quedará a cobrar y será, los nietos,
que marcan el final y yo simplemente me pregunto, ¿ donde están ?
Acaso no merezco, ¿ la yapa de la vida ?

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