Necesito de ustedes, vengan a mi a cubrir con vuestras
palabras
las palabras, que de mi mente, se han escapado y hoy, falto
de ellas,
mi escritura está huérfana de pensamientos a publicar y mudo
mi
cerebro al no poder pensar.
Un escritor que no tiene lo que escribir. ¡Triste destino el
mío!
El amor embrujado me alejó de mi camino, de escritor, y me
encontré,
envuelto en la telaraña, donde las ideas se mezclan
llevándome a las
sombras y privándome de la luz.
Un escritor que le faltan palabras. ¡Si es para llorar!
La angustia carcome mi pecho, mi corazón aúlla de dolor y
mis hojas,
en blanco, sin escritura, no cambia de color. Que será de mi
futuro si
ustedes musas inspiradoras no se apiadan de un escritor que
fue, y hoy
es, analfabeto en su escribir.
Un escritor que soñó desde muy joven sus letras mostrar. ¡Y
hoy por amor
hasta el sueño perdió!
Musas inspiradoras de ustedes quiero saber como es posible
de grandes
artistas, con la música o el pincel, en sus días de lágrimas
y amarguras y
sólo por amor crearon obras para la eternidad.
¡Dispongo de lágrimas y de amarguras sólo me falta ustedes!
Musas; vengan a mi.
Mario Beer-Sheva
“Feliz aquél que transfiere lo que sabe y aprende lo que
enseña.” Cora Coralina.-
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