jueves, 18 de agosto de 2011

Llorando Entre Dos



Levanta tu copa, mujer de la noche, levanta tu copa, mujer de la vida y juntos brindemos, por tus cicatrices y por mis arrugas. Que la vida sepa, que estamos vivos con

grandes dolores e inmensas amarguras, con grandes desilusiones y añejos rencores.

Levanta tu copa, mujer de experiencia, levanta tu copa, mujer castigada y juntos, abrazados, junto al olvido, lloremos los años que se han ido. El alcohol nos une, en esta tristeza, en estos recuerdos, que están junto a nuestra mesa, juntos con la copa en la mano, que tiembla de nostalgia al ritmo, del tango, que despierta en nosotros el recuerdo que nos hace llorar.

En un par de horas, antes del amanecer, abandonaremos el bar y cada uno tomará su camino; los árboles y las paredes serán nuestras guías y algunos pensarán que vamos al mismo sitio; pero nuestros cuerpos ya no saben amar, sólo recuerdan dolores, sólo recuerdan llorar.

Levanta tu copa, mujer con memoria, levanta tu copa y juntos lloremos los dos; abrazados en la desdicha y nuestras lágrimas serán una sóla, en

el dolor.

Que la vida sepa que estamos vivos y nuestras lágrimas testigos son .

¿ Para que llorar los dos ?

Mario Beer-Sheva


Hay que estar agradecidos de nuestra edad, pues la vejez es el

precio de estar vivos.

Anónimo.-

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