sábado, 20 de mayo de 2017

**La Calesita**


**La Calesita**



El terreno abandonado lloraba;  mostrando la dejadez en los yuyos que

dejaban ver los años pasados. Solo el alambrado donde en su centro estaba  la calesita del ayer…

 Me apoyé en la puerta de entrada y como en un sueño recordé:

Pacha (¿apellido, nombre, sobrenombre? nunca nadie lo supo) en la

puerta cobrando la entrada y vigilando que todos paguen antes de elegir

el lugar. La música estridente, como llamando a los chicos, en los surcos

de algún viejo y rayado disco con la púa cansada de recorrer…

Como un huracán corríamos hacia los juegos buscando nuestro preferido.

El corcel blanco de crines de madera al viento o el avión para un pasajero,

quizás la hamaca para dos personas y algunos volar con la mariposa y los

más audaces, en los coches casi a chocar.

Todo era algarabía, todo era aventura, todo era diversión, todo amistad.

Sin miedo al futuro, creyendo que la calesita sería nuestro punto de reunión.

Y los años como una cachetada nos despertó a la realidad y nos separamos

por distintos caminos que la madurez nos llevó.

No he podido olvidar el girar y girar y con cada vuelta intentando ganar la

sortija que el “Pacha” mostraba y escondía hasta que cerca del final de la

música elegía a quien entregarlo el honor de una vuelta de más.

No he podido ni querido olvidar…

Fue ayer, justamente, que un niño me pidió una moneda para ir al “carrousell”

Le di la moneda y me puse a llorar:

¡Si hasta el nombre a mi calesita le cambiaron, para no creer!

Mario Beer-Sheva

Dedicatoria:

“La Calesita” la he escrito a pedido de un amigo.

“La Calesita” la he escrito a pedido de un gran amigo.

Para vos Osvaldo Pacciarotti te la dedico junto a un abrazo fraternal. Mario.-







  

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