Como un chiquilín he vuelto a enamorarme, he vuelto a
entregar
mi corazón a cambio de una sonrisa de sus labios del color
de una
frutilla, rojos como la pasión…
He vuelto a perder el control y olvidando las desdichas que
el amor
me produjo, por una linda figura, me encuentro nuevamente
entregado
al amor dulce y peligroso como un abismo sin fin…
Pero estoy contento, porque he vuelto a enamorarme como la
primera
vez, mi joven corazón late con la fuerza de un ciclón que
arremete sin
medir consecuencias, sin temor al futuro, sin temor al que
dirán…
Nuevamente soy joven, con la experiencia de hoy y el
entusiasmo de la
adolescencia que cobijada en mi alma y hoy despertó de su
letargo…
He vuelto a enamorarme, siento como mi sangre recorre mi
cuerpo como
una saeta que nadie puede detener y espero inquieto y nervioso el nuevo
encuentro, las nuevas palabras, una nueva sonrisa y el aroma
a mujer…
¿Cómo vivir sin cobijar amor?
El amor es el agua que calma mi sed, es el alimento que me
deja crecer, es
el aire por el cual vivo, por el cual sueño, por el cual
pido que pueda decir:
¡He vuelto a enamorarme! ! ¡He vuelto a enamorarme como
ayer!
Mario Beer-Sheva
“Los libros son abejas que llevan el polen de una
inteligencia a otra.”
Russell Lowell.-
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