domingo, 5 de junio de 2016

**La Partida**


 

 

Unos besos, abrazos, saludos y subió al tren. Se sentó junto a la

ventanilla, el tren se puso en marcha, con ruidos de pito y humo

de carbón, ella saludaba, amigos y parientes le arrojaban besos

y hasta algunos flores y grandes deseos de felicidad futura.

Si iba a la capital, a casarse con el hombre que la amaba, dejaba

el pueblo que la vio nacer y a mí con mi amor secreto…

El tren tomaba velocidad el ruido y el humo se fue perdiendo en

la distancia hasta que solo quedó pequeños vagones internándose

en la campiña.

Me encontré solo, en la pequeña estación; bueno solo no estaba me

acompañaba los recuerdos de su sonrisa que dibujaba, de sus ojos

que tantas veces quise hundirme con pasión, de sus besos que noches

tras noches, como un sueño maravilloso, tapaba con mi boca musitando

palabras de amor, de su piel que siempre quise acariciar.

Los años pasaron ella se hizo mujer y yo hombre maduro y hoy como

una estaca en el corazón me abrazó antes de subir al tren y en mi oído

dejó caer las palabras anunciando el dolor que hasta la muerte llevaré:

¡Has sido mi mejor amigo!

Mario Beer-Sheva


“La palabra progreso no tiene ningún sentido mientras haya niños

  infelices” Albert Einstein.-

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