Luna en sangre, noche maldita, que quita vida sin dar
respiro. Sus
manos aferrando el puñal, los nervios encrespados, las voces
que
maldicen entre los dientes, mientras buscan la carne del
contrincante
que quieren borrar de los vivos e enviar a los muertos
consiguiendo
la victoria y quedarse con la mujer en juego.
La luna vigila y espera vestida de rojo aguardando el final
del duelo
que dos hombres, por una mujer, se jueguen la vida buscando
con su
cuchillo el corazón del otro que es su enemigo.
Luna de muerte vestida de rojo que clama por sangre, por
muerte y
dolor; ya no sonríe a los enamorados, ya no es la plata que
adorna el
cielo, sólo le interesa ver correr el líquido rojo que
produce la herida y
causa la muerte.
Los machos bravíos afilan sus dagas y en un duelo de muerte
ante la
luna que mira expectante, ya que esa noche la luna no tiene
plata.
Está con su traje rojo, con su traje de muerte y espera en
lo alto del cielo
quien será el triunfador y quien morirá por una mujer.
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Cuando veas la luna vestida de rojo debes saber que el rojo
es el color de
duelo de la luna que cuelga del cielo.
¡Esa noche no la veas porque ella puede alumbrar tu vida y
dar fin a ella!
Mario Beer-Sheva
“Abrir el corazón a todos. Entregarlo a pocos. José
Narosky.-
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