Y en esta noche, la noche de tu boda, recibirás un ramo de rosas, del color de tu agrado, no llevará remitente, lo nuestro sigue siendo un secreto, pero
cuando tu veas las flores, sabrás quien te las envía, y
seguramente será de tu agrado.
Que en tu mesa, de novia, no falten mis rosas, será como mi presencia de verte vestida de blanco y en tu cara radiante que tendrás en tu vida.
Que tengas una larga y feliz vida, que rebosen las buenas noticias, que tu
alma no conozca las malas, que tus hijos se críen, sanos y contentos, que
ames a tu esposo como amaste a éste amante.
No te pido que me olvides, eso será imposible; olvidar nuestros momentos,
la pasión en nuestros encuentros, tu boca que estuvo en mi boca, mi boca que fue al encuentro de tu cuerpo, nuestras noches eternas, nuestros días
de gloria, que fueron alegres, en el rencuentro y triste al terminar el día.
Sólo te pido que mis rosas descansen en tu mesa, de novia, que su aroma perfume tu cuerpo y deje en él la señal, que tu amado sabrá, que en tu cuerpo vivió un viejo amante que conoce tu deseo que despierta un ramo de rosas.
¡ Y que en tu lecho nupcial no falten mis rosas; ya que ellas son mías, como tu lo fuiste un día !
Mario Beer-Sheva
" Los fines de semana son como el arco iris, de lejos parece esplendoroso,
pero se esfuma en cuanto uno se acerca a ellos. " Anónimo.-
una vez más querido y admirado poeta nos emocionas los sentimientos con la suprema belleza de tus letras.Infinitas gracias por hacernos participes de ellas. Muchos besinos y feliz domingo te desea esta amiga admiradora con todo mi cariño.
ResponderEliminarQuerida Amiga:Que mejor recompensa para un poeta que los oídos de una colega alabe mis versos.No es sólo mi creación;es la fortuna que
ResponderEliminaruna poetisa sensible, como vos,entienda mis
sentimientos.Un beso y un abrazo fraternal.