
¡ Olvídate ! ¡ Olvídame !
Que me has conocido, que sabes quien soy, de mi amor desordenado, de mi amor descontrolado, de nuestros sueños compartidos, de nuestras noches que hemos vividos...
¡ Todo fue un sueño, un sueño nada más !
Y cuando el sol entre por tu ventana y te haga abrir los ojos; el sueño se irá y sólo el día quedará. Esa es la realidad de la vida, no busques nada más...
¡ Piensa que en poco tiempo me olvidarás !
Y tendrás nuevas oportunidades, nuevos amigos, nuevos amantes, conocerás nuevos brazos y como leer nuevos libros; con alguno te enamorarás, mientras, yo, en el laberinto del olvido, pasaré a ser una anécdota de tu vida de amor...
¡ Nuevamente tendrás libres tus alas, para encontrar otros nidos !
No eres mujer de fieles amores; ya lo has denostrado y lo volverás a hacer,
tu sangre es roja, como debe ser, pero su temperatura no te deja ser fiel.
Aprovecha tus años, los años al pasar a tu sangre enfriará y ni tus propias alas te permitirán otros nidos formar...
¡ Y en el final de tu camino, de mentiras y placeres !
Puede ser que te acuerdes de mi y quieras volver; no lo hagas, verte con tus alas sin fuerza para poder volar, no podré evitar que las lágrimas mojen mi rostro y mis brazos te quieran proteger y no lo puedan hacer...
¡ Olvídate de volver la vista atrás !
¡ Olvídame, yo ya no estaré !
Mario Beer-Sheva
" La mujer puede ser cardo u orquídia. Pero suele depender del jardinero"
José Narosky.-
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