Volveré a caminar los caminos que he recorrido y en cada uno de ellos pensaré en ti; será como volver el tiempo atrás, por los mismos lugares andaré y en cada lugar, que nos vió besarnos, haré un alto para saborear los recuerdos de tus besos que mis labios recibían y transmitían a mi corazón, que palpitaba de emoción.
No dejaré de pasar las tardes; sentado a la sombra y hablando del ayer, planes para hoy y soñando con el mañana; nuestras manos unidas, jurando para siempre, mientras una lágrima de orgullo, nacía en nuestros ojos, como signo de confianza en el venir de la vida. Y al
entrar a un jardín, con trémula mano, cortaré una rosa que lucirás en tu pelo como señal de amor.
Estábamos convencidos que nada había en el mundo que nos podría separar; sólo la muerte podría acabar con nuestro idilio y la muerte estaba muy lejos de nosotros.
¡ Nuestro amor era más fuerte, nuestro amor era inmortal !
Pero había algo que no tuvimos en cuenta; yo estaba, totalmente entregado a tu corazón y tu, en cambio, esperabas a tu príncipe azul; que un día llegó a tu vida, llenó tus oídos de palabras envueltas en miel y de mi vida te róbó.
Hoy al verte por la calle, arrastrando tus años, las arrugas de tu rostro y de tu alma; volveré a caminar los caminos que hemos recorrido, como volviendo el tiempo atrás y si lo consigo, mi viejo amor, te llamaré para que escuches, mi corazón, latir por ti...
Mario Beer-Sheva
" Sólo los cuerdos aman con locura " José Narosky.-
No hay comentarios:
Publicar un comentario