¡ No es necesario que me enseñes, contigo lo aprendí !
Extraño tu cuerpo que me drogaba de pasión, tus ojos que llegaban a mi alma, sin saber bien que era
el amor, tu sonrisa, que me encadenaba a tus caprichos, tus labios, que como una braza caliente dejaba mis labios marcados con el fuego de la pasión, tu voz susurrando palabras, que aceleraba mi corazón, tus brazos, que como cadenas me abrazaban a tu cuerpo, tus promesas, que me anclaban a tus caprichos, haciéndome un juguete del amor, como los yuyos secos arrastrados por el viento hasta hacerlos desaparecer...
¡ No es necesario que me enseñes, contigo lo aprendí !
Dejar la senda recta y tomar el camino de la mentira y la traición, amordazar la moral, vivir escondido, como un delincuente, temer a la Ley,
como un malechor, estafar amigos, contando falsedades y engañando a gente que en mi confiaron; todo eso lo aprendí. Nunca fuiste mi amante;
fuiste la mujer que me enseñó el camino equivocado, con curvas, sin descansos, en la ruta que lleva el hombre a la perdición...
¡ No es necesario que me enseñes, contigo lo aprendí !
Viviré en las sombras, como un ermitaño, lejos de la gente, lejos del amor, escondiendo mi temor del amor de una mujer...
¡ Aprendí de ti y no lo olvidaré !
Mario Beer-Sheva
" Amor me diste, adolescente y pura.
Hijos me diste, restándote hermosura
Calor me diste, en la edad madura.
Vida me diste, porque eres ternura. "
José Narosky.-
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