**Quiero Acunarte,
Mujer**
Quiero tenerte entre mis
brazos susurrándote palabras de amor. Que mi boca en tu
boca se pose como una
frágil mariposa como el néctar que la hace vivir, que mis
ojos se reflejen en los
tuyos buscando en lo más profundo el amor encerrado que
mantienes escondido hacia mí,
que mis manos exploren tu cuerpo lleno de deseo
que contienes por la
sociedad que lo reprime por algo llamado decencia y buenas
costumbres que en el lugar
del amor se pueda aplicar a la guerra.
Quiero que seas mía de
cuerpo y de alma conocer tus íntimos
secretos, compartir tus
noches frías y hacer más
agradable las noches del verano.
Quiero acunarte como la
madre a su bebé hasta que el sueño reparador llegue hasta
el nuevo sol y al
despertar te encuentres en mis brazos.
Quiero acunarte mujer de
hoy hasta el final de nuestra vida y así daremos fin a este
amor que Di-s o el Maligno
a puesto en nuestro camino y como un náufrago nos
aferramos a él.
Quiero espiarte mientras
duermes, calmar tus pesadillas, aprovechar tus labios cuando
sonríen. Quiero acunarte
hasta que mis brazos no me respondan y cuando eso ocurra,
en la vejez, recordar con
nostalgia y cariño que aún en mis brazos está la tibieza de
haberte acunado mientras
pude hacerlo.
¡Quiero: Que tu cuerpo
sienta mi cuerpo.!
¡Acunarte: Hasta que el
sueño llegue a tu mente.!
¡Mujer: Solo a ti porque
eres la mujer de la cual me enamoré!
Quiero acunarte, mujer…
Mario Beer-Sheva
“La paciencia es amarga
pero su fruto es dulce” Aristóteles.-
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