jueves, 17 de agosto de 2017

**Nada**










Hoy no escribiré porque nada tengo que decir, nada tengo que pensar,

nada siento en mi mente para traerlo de mi interior a la superficie de

 mi vida vacía y sin futuro. No escucho una voz que me ordene escribir

sobre un tema cualquier, tema que como una chispa encienda mi alma.

¡No tengo tema, no tengo opinión! Mis reflejos están dormidos o quizás

han muerto por falta de alimento que mi alma desahuciada ha dejado de

producir.

Está amaneciendo quizás cuando el sol alumbre pueda alimentar la vieja

y seca pila que le de vida a este escritor que todo perdió.

Me faltan las Musas, si es que existen, me falta la mecha que alumbre mi

mente y que despierten a mis manos, sobre el tablero, para comenzar a ver, con su luz, la senda a caminar y a las palabras llegar.

Palabras que forman oraciones y dan vida a alguna historia que despierte

a mi alma dormida, mustia, como la flor en el otoño.

Un día llegaste a mi vida cuando no te esperaba trayendo la luz que como

un truco de magia; creo en mi la necesidad de escribir  y contar las cosas

buenas que recibió mi corazón solitario.

Hoy que te has ido me pregunto porque al irte te llevaste mi inspiración.

Llévate todo no me dejas nada lo único que te pido que no te lleves mi

espíritu que está plagado de palabras, que quieren salir de la nada, para

entrar en la frase escrita para componer y divulgar.

Mis ansias de escribir, que es mi verdadero amor, ha fallecido por grave

tristeza, por grave soledad.

¡Descansa en paz, escritor!

Mario Beer-Sheva


“Conocerte a ti mismo es el principio de toda sabiduría” Aristóteles.-   

No hay comentarios:

Publicar un comentario