Hay momentos que dudo de tu existencia y creo que eres solo
sombras de un sueño perdido, en una noche de insomnio, como
una pesadilla llena de fiebre que solo fueron deseos.
¿Acaso me he enamorado de un sueño?
Tu pelo largo y rubio, como el trigo en el trigal, tus
brazos que
me abrazaban, nuestras mejillas pegadas y nosotros acunados
por
la música romántica, perdíamos paso a paso la conciencia sin
notar
como el amor nos enredaba en un solo corazón, en un solo
aliento.
¡En un solo cuerpo que pedía pasión.!
¿Acaso no fue real? ¿Habrá sido mi fecunda imaginación que
en la
soledad de mi vida, como un grito de auxilio, busqué una
compañía
para matar el hastío?
Has llegado a mi vida como un fantasma que nació del pasado,
con
sabor a olvido, y encontrando la ruta llegaste hasta mis
días. Hoy dudo
de tu existencia pero me es tan grande mi duda que temo
olvidarte y en
realidad sea un amor dormido.
Es muy poco lo que de ti recuerdo en esta mezcla de sueño y
realidad.
Prefiero que sea un sueño, que mi duda duerma y no sentir el
dolor de
perderte nuevamente en los vericuetos de mi alma dolida.
¡Duda: cierra tus ojos y vuelve a dormir!
Mario Beer-Sheva
“La imaginación suele ser tan importante como el
conocimiento”
Albert Einstein.-
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