Ya te he visto llegar; en el aroma de los nuevos pimpollos,
de las
flores del ayer, en el verdor de las nuevas hojas, en el
retoño que
las ramas dejan ver, en los pájaros con sus trinos, en los
niños que
en el parque veo correr, en los jóvenes tomados de la mano
sin
tiempo ni espacio, algún beso recatado, mientras los
ancianos hombro
con hombro buscando un lugar donde ver el tiempo pasar.
¡Si; ya estás aquí ha vuelto a suceder!
Estás entre nosotros, los poetas, que nos alimentamos con
tus brotes,
que llena el aire con tu perfume, que nos embriaga el
corazón. Y de
ahí al papel, donde volcamos nuestros pensamientos, hay un
solo paso
para mostrar la luz para contagiar el amor.
Primavera; oasis de los poetas que en tu verdor suelen notar
los amores
que nacen con la nueva sabia, que recorre el cuerpo, hasta
llegar al corazón.
El cuerpo se asemeja al árbol que renueva su sangre, en la
estación de
enamorarse, como embriagado por la corriente fresca y
renovada ya lista
para volver a vivir una nueva pasión.
¡Primavera; te saludo, eres la reina de la creación!
Mario Beer-Sheva
“Quien da luz ilumina su senda” José Narosky.-
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