jueves, 6 de junio de 2019

**Destino**


**Destino**



En esta noche de insomnio donde el sueño se niega a cubrirme con

su manto de descanso. En esta noche que mis ojos se mantienen

abiertos y alertas; me he sentado frente al ordenador para volcar mis

pensamientos en escribir sobre el destino culpable de no poder

dormir.

Fue el destino que nos unió, nunca pedí conocerte, nunca supe de ti.

Y en una noche de fuerte lluvia como si fuera una noche de espanto

te conocí.

Tiritando de frio sin techo ni cobijo me confesaste el temor a morir

en la calle en la mayor soledad. Tus lágrimas humedecieron mis ojos

y sin pensar más te invité a mi hogar. Te hiciste dueña de mi casa y

conquistaste mi corazón; tus ojos de pura alegría, la tristeza había

quedado atrás, tu boca que reía y besaba tus manos ya no suplicaban solo acariciaban, mis brazos te protegían y tú en agradecimiento

repetías y repetías: ¡Gracias destino, gracias!

¿Cuánto duró? ¡No lo quiero pensar!

El destino caprichoso misterioso e imprevisible cambió de rumbo o

quizás tomó un atajo o se adelantó al futuro de nuestra relación y

hundiéndome en la amargura te quitó de mi lado marcando una senda de lujuria y traición, haciéndote olvidar que te rescaté de la

calle dándote cobijo sin nada pedirte a cambio solo tu presencia

en mi soledad.

Hoy que ya no estás y mi corazón sin dolor se ha quedado, puedo

decirte que entiendo al destino su forma de proceder sabiendo que

su designo se cumple sin discutir como una orden que viene del más

allá.

Esta frase desnuda al destino y habla por mí:

¡Nacer no pedimos, vivir no sabemos, morir no queremos!

¡Destino ten piedad de nosotros!

Mario Beer-Sheva


“El hombre es la medida de todas las cosas.” Protágoras.-    


No hay comentarios:

Publicar un comentario