martes, 17 de abril de 2018

**Volver**


**Volver**



Desde lo alto de la loma y mirando hacia el valle mis ojos alcanzan a ver

el pueblo que un día abandoné con el sueño de algo mejor.

Con una vieja mochila, desteñida por el sol y el tiempo del camino de un aventurero, tomé el regreso del sueño que me perseguía noche a noche y olvidando la fama y la gloria, junto al dinero que nada de eso existía, mi

rumbo tomó el Norte de volver a mis orígenes.  

Me alejé del pueblo que me vio nacer; mis sueños era el motor que movía

mis piernas y mi mente encandilada por voces de fama y poder tomé el

camino que no debía, que como sirenas me llamaban a la perdición.

Después vino el silencio, la soledad, la angustia, y arrepentido pegué la vuelta viendo el espejismo de una fama que nunca tendría. Y hoy a la puerta de mi pueblo la emoción del regreso hizo estallar mis lágrimas que

como cortando cadenas de la loma veía la libertad.

Apresurado llegué al valle, como el naufrago a tierra firma, tomé la calle

Mayor que recorrí del principio al fin. Y al terminar la calle tu casa y el

jardín marcaron mi destino

 Apoyé mi frente en las rejas e inclinando mi cabeza lloré como un niño

 que busca la sombra del árbol que murió. Ni jardín, ni sombra, ni tu, solo

volver y como el viejo árbol morir sobre sus raíces secas.

Mario Beer-Sheva.-


“Los dueños de la verdad la siguen buscando” José Narosky.-



   

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