Un lugar en tu vida solo eso necesito. No pretendo que me
ames,
no pretendo conocer el gusto de tus labios, la tibieza de
tus manos,
la suavidad de tu piel, solo de ti pretendo un lugar en tu
vida saber
de tus sueños, festejar tus triunfos, consolarte en tus
fracasos y sobre
todo ver tu rostro
sereno al dormir.
No confundas; no quiero compartir tu cama. Se muy bien que
no me
perteneces y siempre será así tu tienes tus compromisos y yo
mis
obligaciones y los dos somos tan maduros para renunciar a
nuestra
sentimientos. Eso es signo de madurez.
Es muy poco lo que pido; no necesito tu foto, tu escritura o
tu palabra,
solo te pido un
pequeño lugar en tu mundo para que en tus ratos de
ocio y queriendo recordar veas mi imagen pasar y recordarme
en tu vida
como alguien que ocupó un lugar porque tu así lo has
querido.
Otórgamelo y cuidaré ese lugar como si fuera mi propia vida;
un pequeño
espacio en tu corazón o quizás en algún rincón de tu mente
olvidada que
en días de ocio puedas traerlo al presente.
No me rechaces, soy inocente me he enamorado de quien no
debía, y por
un error no es justo pagar con el dolor de toda una vida.
¡Hagamos un trato: tu dame el lugar y yo te entrego mi
libertad!
Mario Beer-Sheva
“Sólo somos curiosos en proporción con nuestra cultura.”
Jean-Jacques Rousseau.-
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