Ya no tengo miedo de mirarte a los ojos y llorar como un
niño que
ha perdido su juguete preferido, que mi cuerpo pase cerca
del tuyo
y no necesitar refrenar mis impulsos de abrazarte a mi,
puedo mirar
tus labios y no soñar con tu boca que enloquecía mis días.
Hasta me
animo a oler tu perfume y no perder el control de mi mente,
quedando
obnubilado y perdido, en el laberinto de la mente.
¡ Soy un hombre nuevo !
He dejado de estar pendiente del teléfono, anunciándome tu
llegada y
con ella trayéndome un poco de amor, no cuento las horas, o
los días,
que estoy esperándote verte y dar rienda suelta al amor,
nada distrae
la compañía con mis amigos de temas que a ti no te
concierne.
¡ Soy un hombre nuevo y feliz !
Casi, casi, no te recuerdo y día que pasa de ti menos
necesito, he tomado
el timón de mi vida y con destreza voy navegando por aguas
mansas que
alegran mi vida. He perdido el temor al no tenerte; veo mi
cama vacía y
ni un sollozo escapa de mi boca, ni un suspiro por recordar
tu nombre, ni
una queja por tu ausencia.
¡ Soy un hombre nuevo, feliz y en mi vida tu no tienes
cabida !
……………………………………………………………………………
Y en las noches que mi cuerpo tiembla es la tempestad que
agita mi sangre.
¡ Tu no tienes nada que ver !
Mario Beer-Sheva
“Quien canta al amor jamás desafina” José Narosky.-
No hay comentarios:
Publicar un comentario