lunes, 30 de agosto de 2010

¿ Me Recuerdas ?


Amada inolvidable, que vives en mi corazón y eres parte de él, quiero asegurarte, después de tantos años, que eres mi recuerdo más preciado e inolvidable, que hay en mi. Recuerdos los paseos, tomados de la mano o sentados en un banco, presos del silencio, buscando en nuestros ojos, llorosos, sabiendo que la despedida estaba al llegar.
Nuestras despedidas, de semanas o meses, o quizás fuera la última que
nuestras bocas se juntasen, nuestras manos se acaricien y fuera la despedida final.
No teníamos palabras, ni consuelos, ni podíamos asegurar un nuevo encuentro. ¿ Recuerdas ? ¡ Así vivíamos ! Pendientes de la suerte, pendientes del azar !
Mi querida amante eterna, hoy ocupas un lugar en mis recuerdos y cuando ellos aparecen, una
lágrima de mis ojos, mientras rueda sobre mi vieja mejilla, en el silencio del llanto, se pregunta: ¿ donde estás ? ¿ que fue de ti ? ¿ vives aún ?
Fuiste la novia prohibida, como un fruto tentador y sin medir las consecuencias, te hice mía,
mi dueña y fui tu esclavo y con alegría, nos amábamos, querida mía, los dos.
Y un día, mi muy querida, nos tuvimos que separar. No fue una sorpresa, sabíamos que podría
ocurrir. En una semana, o unos meses, o quizá unos años. Jugábamos con el consuelo de que
*hoy no ocurrió*
Mi boca y mis labios, mis manos y tu piel, te recuerdan, no pueden olvidarte. He buscado en otras bocas y otros labios y mis manos recorrieron otras pieles.
Amada inolvidable, amante eterna, novia prohibida, querida mía.
¡ Vives en mí !

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