¡ Tómame de la mano !
Y comencemos a caminar, deberemos tener otro ritmo, la vejez nos alcanzó.
Desde jóvenes que estamos enamorados y comenzamos a planificar, nuestra vida, hoy que hemos llegado al final del camino, debemos ensayar otros pasos, de acuerdo a nuestra edad.
La música a cambiado, podemos seguir bailando, pero será lento, para no cansar.
Nuestra resistencia se ha desgastado, pero nuestros oídos, al escuchar los acordes, nuevamente nuestros pies querrán bailar,
les faltará el ejercicio, que se pierde con la edad, pero aquellos compases, nos traerán recuerdos, que nos harán sonreír y a ti sonrojar.
¡ Tómame de la mano !
Uno al otro nos sostendremos y así, paso a paso, seguiremos en la vida que nos dejó amar.
Nuestro amor fue creciendo, nuestros placeres también. Tuvimos sinsabores, que juntos afrontamos, sin miedo al peligro, porque nuestro cariño nos apuntaló en los momentos difíciles y cuando pasó la tormenta, nos encontró soldados, como en un mismo crisol y a la vida le pusimos el pecho, con valentía y tesón.
¡ Tómame de la mano !
Con tu mano y el bastón, lentamente cruzaremos plazas y avenidas, sin temer y sin dudar, el
camino será seguro, porque somos dos.
Y en algún momento te diré un piropo, tus mejillas rosadas, tu mano apretará mi mano y mis ojos te tirarán un guiño, de picardía, de memoria y de gran pasión.
¡ Tómame de la mano, salgamos a caminar y afrontem,o0s las calles, con el coraje de los años,
que ya no están !
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